jueves, 29 de enero de 2015

Italia elige nuevo presidente con una figura antimafia entre los favoritos

Después de la ronda inicial de votación, primó el voto en blanco y ningún candidato obtuvo mayoría. El partido del premier Matteo Renzi propone al jurista Sergio Mattarello para reemplazar a Napolitano.
El Parlamento de Italia, reunido en sesión conjunta, inició este jueves la primera votación para elegir al próximo presidente de la República, en reemplazo de Giorgio Napolitano, de 89 años, quien renunció el 14 de enero por razones de salud.


"Es el hombre de la legalidad, de la batalla contra la mafia", declaró Renzi, al proponer el nombre del jurista, de 73 años, como candidato del mayor partido de Italia a la presidencia.
Por otra parte, los partidos de izquierda y derecha no lograron ningún candidato de consenso durante el plazo de quince días posteriores a la renuncia de Napolitano, otra de las formas a las que se podría haber llegado a la votación de hoy.
El abandono de una candidatura de consenso afecta a la derecha del magnate Silvio Berlusconi, quien aspiraba a obtener un acuerdo. "Votaremos en blanco, aún después de la cuarta votación", anunció decepcionado Berlusconi tras consultar a los dirigentes de su partido, Fuerza Italia.
Renzi todavía espera obtener el apoyo de alguna otra fuerza política para que Mattarella, uno de los fundadores del PD y quien proviene de la otrora Democracia Cristiana y ejerce desde 2011 como juez del Tribunal Constitucional, sea elegido.
"Votaremos en blanco, aún después de la cuarta votación"
La decisión será tomada por 1.009 "grandes electores" -630 diputados, 315 senadores, 5 senadores vitalicios y 58 representantes de 20 regiones-, quienes han sido convocados para la elección del sucesor de Napolitano.
"Nos jugamos nuestra credibilidad", reconoció Renzi tras reiterar que quiere evitar lo ocurrido en 2013, cuando el candidato del PD, Romano Prodi, sufrió una humillante derrota por la traición de 101 parlamentarios de su propio partido.
Las votaciones para remplazar al ex comunista Napolitano, quien aceptó con reticencia el segundo mandato en febrero de 2013 debido a que las fuerzas políticas no lograron un acuerdo, son secretas.
Es común que en este tipo de votaciones los parlamentarios no respondan estrictamente a la disciplina de sus partidos, por lo que históricamente no ha sido fácil llegar a una elección.
Según establece la Constitución italiana, para elección del jefe de Estado es necesario obtener dos tercios de los votos durante las tres primeras votaciones, el equivalente a 673 votos, mientras que en la cuarta bastará la mayoría simple de 505.
El candidato al cargo más importante y estable del país es tradicionalmente una personalidad por encima de los partidos y una figura que garantiza el equilibrio de la vida política, ya que es la única persona con derecho a disolver el Parlamento y a convocar elecciones legislativas anticipadas.
La elección presidencial constituye un momento muy solemne para la nación porque la función de presidente, en una democracia de carácter parlamentario, suele ser ocupada por un mediador político y garante de la Constitución. Para ser candidato se necesita ser mayor de 50 años y gozar de todos los derechos civiles.

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